domingo, 17 de noviembre de 2013

Hoy habla una mujer. María Rodríguez

Antiguamente la mujer era discriminada en cualquier rincón del mundo.Poco a poco conseguimos la educación asegurada, un trabajo, un respeto y casi hemos llegado a que la igualdad este implantada en toda parte de la tierra.
Yo hablo como mujer,pero sobre todo hablo como persona. No creo que debamos ponernos límites a nosotras mismas por tener determinado sexo y determinados rasgos en nuestro cuerpo que el hombre no posee. Es más considero y veo necesario que por tener estos rasgos y por tener este historial a lo largo de la vida debemos avanzar. Debemos demostrar que somos iguales que el sexo masculino y que podemos llegar a cualquier parte del mundo.
Ahora voy a hablar bajo mi experiencia. Yo he practicado varios deportes a lo largo del cuarto de vida que llevo sobre el mundo. Y la verdad es que el deporte me encanta y siempre me he sentido muy satisfecha conmigo misma practicándolos, pero este no es el asunto. Hace casi tres meses decidí empezar a practicar rugby, había diversas opiniones sobre el grupo de rugby femenino, y ni mi equipo ni yo contábamos con todo el apoyo de Mairena, ni de Sevilla,  ni mucho menos considerábamos que  todo el mundo apreciara el rugby femenino. Nosotras hemos escuchado comentarios de personas muy cercanas como ``ese es un deporte de macho´´ o ``para jugar al rugby hay que tener ovarios´´. Pues digo con la cabeza bien alta y con la boca llena de orgullo ¡ viva el deporte femenino! Sea cual sea, qué más da. Total si vamos a escuchar en cualquier lado lo frágiles que somos. Lo incapaces que somos de llegar a ensayar, o de placar, o de limpiar bien un ruck. Obviamente yo he empezado rugby y no tengo ese sentimiento de amor-obsesión hacia él, pero si puedo decir que me encanta practicar este deporte de forma femenina, ya que muchos hombres nos critican y ninguno de ellos ha tenido la valentía de practicarlo. Mi equipo y yo llevamos entrenando tres meses y somos cuarenta y tres niñas luchando y trabajando duro. Y demostrando una vez más que las mujeres podemos llegar muy lejos.
Hoy día cualquiera escribo y doy ánimos para que todas las mujeres del mundo dejen de ponerse limites absurdos. Abro la puerta para que  empecéis a ser libres, y probar, y amar verdaderamente. Porque nos vemos muy sometidas a las críticas de la sociedad. Así pues, pienso que deberíamos romper todos los esquemas y comenzar a ser nosotras las que revolucionemos la vida de todos,alcanzando retos que muchas personas ni se plantearían.

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